Cuando recordamos nuestras infancias, una de las partes que más vienen a la mente son las cosas que comíamos en ese entonces. Una sección especial de estos alimentos son los dulces, los cuales destacaban tanto por sus sabores únicos o sus entretenidos envases.
Ante esto, le pedimos a la Inteligencia Artificial de ChatGPT, que eligiera cuáles son los mejores del Chile del pasado, ante lo cual eligió sus 10 favoritos.

¿Cuáles son los mejores dulces chilenos de la infancia, según la IA?
Este ranking fue elaborado por el chatbot utilizando distintos factores, tales como la el formato llamativo o juguetón que tuvieran los alimentos, o que sus precios fueran accesible, entre otros:
- Languetazo: ¡Reina absoluta de las lenguas ácidas! Venía en tiras sueltas o enrolladas, y te dejaba la boca con un color fosforescente. Ácida, barata, inolvidable.
- Push Pop / Pop Ups: caramelo en tubo que se empujaba como labial. Ideal para mostrar en recreo y compartir sin tocar. Más juguete que dulce, pero todo un hit.
- Boom Boom (chicle líquido): un chicle relleno de líquido dulce. Cuando lo mordías, explotaba con sabor a frambuesa, uva o manzana. El de sandía era legendario.
- Zunga Zunga: paleta de caramelo con forma de tubo, con polvo ácido adentro. La girabas y se recargaba de pica-pica. Un arma secreta de muchos recreos.
- Gusanito ácido (en tubo o sobre): era una gomita larga en forma de gusano, bañada en azúcar ácida. Competía directamente con el languetazo, pero con más textura.
- Rollito de chicle (Bubble Tape): chicle en forma de cinta dentro de una cajita redonda. Te sentías rico si tenías uno completo, porque podías cortarlo como quisieras.
- Jugo en polvo comestible (Yupi, Clink o similares): técnicamente no era dulce, pero todos lo comían como tal. Directo desde el sobre a la lengua. Ácido, artificial y 100% parte de la infancia.
- Mini hamburguesa o pizza de gomita (Dulces Trolli): no solo eran ricos, sino que también armables. Cada parte venía separada. Casi daba pena comérselos de lo lindos que eran.
- Peta Zetas: cristales que explotaban en la boca con chispas y sonido. El sobre era pequeño, pero la diversión era gigante.
- Tico Tico (versión moderna): el polvo ácido con sabor a uva o naranja aún era furor en patios escolares, y se vendía hasta en los recreos.
Entre los elementos considerados, el más importante a la hora de elegir el top 10 para la IA, fue la popularidad de estos dulces en los recreos escolares. Es decir, aquellos que “realmente los niños y niñas comían, llevaban o pedían en el kiosco durante esa década, especialmente en enseñanza básica”.