Gran polémica causaron los dichos del Papa Francisco, quien instó al presidente de Ucrania, Volodimir Zelensky, a “pensar en el pueblo” y tener “valentía” para alzar la “bandera blanca” frente al conflicto bélico que el país mantiene actualmente con Rusia.
“Creo que es más fuerte quien ve la situación, piensa en el pueblo y tiene el valor de la bandera blanca y negociar”, señaló la autoridad desde el Vaticano.
Dichos que no cayeron nada bien en Kiev. El ministro de Relaciones Exteriores de Ucrania, Dmytro Kuleba, utilizó su perfil de X (ex Twitter) para responderle al Pontífice.
¿Qué respondió Ucrania ante los dichos del Papa Franciso?
“El más fuerte es el que, en la batalla entre el bien y el mal, permanece en el lado del bien en lugar de intentar ponerlos en igualdad y llamarlo ‘negociaciones’”, partió comentando Kuleba. “Al mismo tiempo, cuando se trata de la bandera blanca, conocemos esta estrategia del Vaticano desde la primera mitad del siglo XX. Llamo a evitar repetir los errores del pasado y a apoyar a Ucrania y su gente en la lucha por sus vidas”.
“Nuestra bandera es una amarilla y azul. Esta es la bandera por la cual vivimos, morimos y que prevalece. Nunca izaremos ninguna otra bandera”, puntualizó el ministro en la red social.
En esa misma línea, Dmytro Kuleba agradeció las constantes oraciones por la paz del Papa y reiteró que siguen esperando que la autoridad eclesiástica realice una visita apostólica a Ucrania para apoyar al país, que lleva más de dos años en guerra con Rusia.
Papa Francisco aclara sus dichos sobre el conflicto entre Ucrania y Rusia
En tanto, desde el Vaticano fueron enfáticos en señalar que los dichos del Papa Francisco no habían querido sugerir en ninguna instancia que Ucrania debía rendirse ante Rusia.
Según Matteo Bruni, director de la Oficina de Prensa de la Santa Sede, el Pontífice en realidad utilizó la bandera blanca como una forma de referirse al alto al fuego y un llamado a negociar entre ambos países, asegurando que el religioso se mantiene esperanzado de que puedan conseguir una solución diplomática que los lleve a una “paz justa y duradera”.