Icónica empresa de alimentos enlatados se va a la quiebra: Debe más de US$1.245 millones

La compañía tomó esta decisión para protegerse legalmente mientras evalúa cómo saldar sus deudas.

Empresa de alimentos se acogerá a quiebra tras no conseguir el pago de sus deudas. (DEL MONTE FOODS /DEL MONTE FOODS)

Las empresas de alimentos se han enfrentado a un escenario económico desafiante, donde convergen problemas como las altas tasas de interés, la inflación o el cambio de preferencia de los consumidores. Todo ello ha provocado no solo el cierre de algunas fábricas, sino que también la quiebra de importantes compañías.

Una de las últimas entidades que se acogió al Capítulo 11 cuenta con una icónica trayectoria de más de 135 años, que ahora se enfrenta a una severa crisis con deudas acumuladas que ascienden a los $1.245 millones de dólares.

La firma anuncia su quiebra a menos de un año de su resstructuración.
Del Monte Foods.La firma anuncia su quiebra a menos de un año de su resstructuración.

Icónica empresa de alimentos enlatados se va a quiebra

Se trata de Del Monte Foods, uno de los mayores productores, distribuidores y comercializadoras de alimentos en conserva en Estados Unidos, que se declaró en quiebra con el fin de reestructurar su negocio y volverlo rentable.

De acuerdo a Bloomberg, la firma acumula una deuda garantizada que asciende a $1.245 millones de dólares, lo que incluye pérdidas por el exceso de inventario.

Se trata de una importante decisión que le permitirá a Del Monte Foods vender algunos de sus activos y mejorar la estructura de su capital y, por consecuencia, su posición financiera.

Al respecto, el presidente y director ejecutivo de Del Monte Foods, Greg Longstreet, “tras una evaluación exhaustiva de todas las opciones disponibles, determinamos que un proceso de venta supervisado por un tribunal es la manera más eficaz de acelerar nuestra recuperación y crear una Del Monte Foods más sólida y duradera”, rescató The Street.

Esta situación se presenta poco más de un año después de una restructuración de la empresa, lo que motivó una demanda en su contra por parte de sus prestamistas rezagados, quienes alegaban el incumplimiento de un acuerdo de financiamiento por $725 millones de dólares.