La inversión en infraestructura aeroportuaria es fundamental para el desarrollo económico y social de un país, ya que fortalece la conectividad, impulsa el comercio internacional y fomenta el turismo. Contar con aeropuertos modernos y eficientes permite mejorar la experiencia de los pasajeros, facilitar el movimiento de mercancías y atraer inversiones extranjeras.
Además, estas obras generan empleos directos e indirectos, dinamizando las economías locales. Una infraestructura aeroportuaria bien desarrollada no solo mejora la competitividad de un país en el mercado global, sino que también contribuye a su integración regional y a su capacidad para responder a emergencias o desastres naturales de manera más eficiente.
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Recientemente, el Ministerio de Obras Públicas (MOP) presentó el Plan de Aeropuertos para Chile 2025-2030. Este contempla la intervención de 19 aeropuertos con una inversión de 3.300 millones de dólares.
El aeropuerto que se convertirá en el segundo más importante del país
Hay más de 300 aeródromos y aeropuertos en Chile, entre privados, públicos y militares, indicó la ministra Jessia López. “Pero hay un conjunto de aeropuertos que denominamos nuestra red primaria, que reciben vuelos comerciales. Queremos reforzar esa situación”, dijo la titular del MOP según consignó Diario Financiero.
Uno de los proyectos destacados tiene que ver con el Aeropuerto de Iquique. Según proyectan, se convertirá en la segunda terminal aérea internacional de Chile, tras el Arturo Merino Benítez, de Santiago.
El Diego Aracena protagoniza ampliaciones importantes, con una construcción finalizada para este mismo verano, según estimaciones del mismo ministerio. Lo mismo hacen con el Chacalluta, en Arica.
“La labor del MOP es asegurar o avanzar en la conectividad de nuestro territorio (…) nuestra red aeroportuaria se ha desarrollado enormemente durante las últimas décadas”, agregó López.
