Un verdadero drama financiero es el que atraviesa la Inmobiliaria Padre Mariano SpA, constituida por Alfonso Fuenzalida Calvo en 2018 y que tuvo a cargo de un importante proyecto en la Región Metropolitana de Santiago: el edificio Padre Mariano 94, desarrollado en la comuna de Providencia con uso habitacional, oficinas y apart hotel.
Esta empresa, representada por Jorge Martabid y Cristián Bulnes, solicitó la apertura de un proceso de liquidación voluntaria por deudas de más de $14.000 millones, siendo Scotiabank su principal acreedor.
¿Qué dijeron los accionistas de la inmobiliaria en su solicitud de quiebra?
DF tuvo acceso al documento que fue presentado en la justicia para solicitar la quiebra de la inmobiliaria, firmado por accionistas no relacionados al fundador, Fuenzalida Calvo, quienes se sumaron a la empresa meses después de que esta fuese constituida.
En el texto, alegan que “el señor Fuenzalida Calvo empezó a enfrentar problemas en otra cantidad de proyectos que estaba desarrollando, lo que terminó en una situación pública de querellas y conflictos. Frente a estos, los directores y accionistas de Padre Mariano SpA decidieron intentar negociar su salida, para tratar de disminuir los impactos negativos en el proyecto y sus contrapartes”.
“Los inversionistas, al darse cuenta del fraude que había sido víctimas, decidieron dar la cara a sus acreedores bancarios (Scotiabank), proveedores (Constructora Oval) y compradores que tenían promesas de compraventa. Representantes de cada uno de los inversionistas participaron en las reuniones, asumiendo el compromiso de terminar el proyecto y de poner fondos por sobre los inicialmente comprometidos, aun sabiendo que el proyecto implicaría una doble pérdida para ellos”, agrega la presentación.
Una quiebra inevitable
Según explica la solicitud, la Constructora Oval introdujo una solicitud de arbitraje en mayo pasado con medidas precautorias de prohibición de celebrar actos y contratos que recaía sobre el Edificio Padre Mariano y unidades no transferidas. Eso impidió a la inmobiliaria continuar con su proceso de venta, anulando la posibilidad de generar dinero.
Por lo anterior, han tenido reuniones desde hace meses para negociar, ofreciendo el pago de facturas impagas y un pago adicional de 7.500 UF para terminar el conflicto, propuesta que Oval rechazó; así como tampoco aceptó el 100% de los fondos ofrecidos por los inversionistas.
“Tras conversaciones con Scotiabank y Oval, accionistas han llegado a la conclusión que la única alternativa viable para el mejor cuidar de los intereses de la mayoría de las contrapartes es entrar en un proceso de liquidación”, finaliza el texto.
