El sector exportador chileno vive horas claves, luego que este lunes finalmente llegara a China el buque Maersk Saltoro que transportaba 1.300 contenedores de cerezas y 53 de nectarines y arándanos que debían ser comercializados en el gigante asiático en el contexto de del Año Nuevo Chino.
El problema es que la nave, que zarpó el pasado 27 de diciembre, debía llegar el 15 de enero a destino, con el objetivo de ser vendidos durante la mencionada festividad que arranca el 29 del primer mes del año. Esta fecha no se cumplió por la avería en uno de los motores del buque, lo que provocó que la mercadería llegara 50 días después de zarpar.
¿Cuál será el destino de los US$100 millones de fruta chilena en China?
Luego de arribar al puerto chino de Nansha, el Saltoro fue recibido por la autoridad del país para realizar el estudio sobre la calidad en que se encuentra la fruta chilena, cuyo avalúo al momento de salir desde el Puerto de San Antonio era de 100 millones de dólares.
La Aduana china tendrá que decidir si es que parte de la mercadería puede ser efectivamente comercializada, o en su defecto, ser completamente destruida, generando enormes pérdidas para el sector exportador frutícola chileno.

El gerente general de QC FRUIT, Agustín Cornejo, empresa que asesora a los exportados chilenos señaló en declaraciones al portal argentino Más Producción de Neuquén que “la aduana ya revisó dos contenedores al azar. En uno encontraron altos niveles de pudrición y en el otro altos niveles de partidura. Enviaron muestras de ambos contenedores a un laboratorio donde técnicos fitosanitarios dirán su opinión respecto a la fruta y, en base a eso, van a decidir qué hacer con ella".
De esta manera, las autoridades sanitarias chinas tienen la última palabra. El proceso de inspección será hasta la madrugada de ese país. Luego de intensas pruebas, se determinará qué pasará con todas las frutas.