Chile ha logrado ir creciendo en sus exportaciones a otros países, superando los $100.000 millones de dólares en 2024, con productos que se han vuelto tendencia en diferentes partes del mundo, como las cerezas, el cobre y el vino.
Se trata del salmón, el cual durante 2024, representó el 6% del total de exportaciones realizadas a nivel nacional. No obstante, un país que comenzó a importarlo hace menos de un año podría frenar su ingreso debido a que afecta la producción local.

Este país planea prohibir el ingreso del salmón chileno
A fines de noviembre de 2024 llegó el primer cargamento de salmón chileno a Australia, hito que si bien fue celebrado por el Gobierno actual, generó una gran polémica en el país de destino, por lo que se tomaría una drástica decisión.
El próximo 3 de mayo son las elecciones de dicho Estado, y en caso de que la oposición resulte electa, siendo presidente Peter Dutton, se prohibirán las importaciones de este producto, ya que lo consideran como un riesgo para la bioseguridad de sus aguas y la creciente industria local.
De acuerdo a lo indicado por Pulso de La Tercera, argumentan que el salmón chileno representa un grave riesgo para la industria salmonera de Tasmania y nacional, la que ha ido creciendo considerablemente durante las últimas dos décadas.
Además, la empresa Salmon Tasmania solicitó formalmente al gobierno australiano, en diciembre del año pasado, que reconsidere su decisión de permitir las importaciones chilenas, debido a los presuntos riesgos sanitarios. Nunca antes había entrado salmón chileno a ese país.
Por su parte, el senador liberal por Tasmania, Jonathon Duniam, anunció en Australia que un eventual gobierno de coalición encabezado por Peter Dutton actuará con decisión para “proteger la vital industria salmonera de Tasmania, prohibiendo las importaciones de productos de salmón chileno”.
Junto con esto, desde el comando de Dutton indicaron que, de salir electos, “revisaremos de inmediato los requisitos de importación de salmón chileno a Australia. Esta revisión responderá a las preocupaciones sobre los posibles riesgos para la seguridad alimentaria de los consumidores australianos”.