Las frutillas son de las frutas favoritas debido a su sabor dulce y color llamativo. Sin embargo, estas pueden ser un foco de bacterias y enfermedades si no se limpian correctamente antes de consumirlas, ya que solo de esta forma se podrá evitar un posible problema gastrointestinal u otro riesgo a la salud.
Esto es importante -principalmente- porque vienen con pesticidas, suciedad y microorganismos que habitan en la superficie de esta fruta. Lavando correctamente las frutillas podremos garantizar el aprovechar los beneficios de este alimento.
Estas son las razones para lavar correctamente las frutillas y los pasos a seguir
Tal como se mencionó anteriormente,durante su crecimiento y cosecha, las frutillas están expuestas a pesticidas que alejan a los insectos y roedores, suciedad que se acumula en los transportes de esta y microorganismos que se almacenan en la superficie.
Es importante tener en consideración que previamente al lavado de esta fruta se deben elegir las que se encuentren en mejor estado. Por otra parte, se recomienda lavar solo antes de consumirlas, ya que si se realiza un lavado previo al almacenamiento, se acelera el proceso de descomposición debido a la humedad.
Para llevar a cabo esta limpieza profunda de las frutillas, se tiene que contar con las herramientas necesarias como un colador, cepillo suave si se desea y toallas de papel o un paño limpio y suave. Cabe destacar que no se aconseja el uso de jabones o detergentes para su lavado, puesto que quedan residuos químicos.
Pasos: ¿Cómo lavar correctamente las frutillas?
- Seleccionar frutillas frescas que estén firmes, de color rojo intenso, brillantes y sin manchas.
- Poner las frutas en un colador y enjuagarlas con agua fría bajo el chorro, moviéndolas para asegurarse que todas las superficies queden limpias.
- Remojar las frutillas en agua salada o vinagre si se desea para que esta limpieza sea más profunda durante 5 a 10 minutos, para después volver a lavarlas con agua fría.
- En el caso que estas se encuentren muy sucias, se pueden cepillar suavemente para quitar todos los restos de mugre.
- Secar todas la frutillas con un paño limpio y seco, también puede ser con toallas de papel, evitando frotarlas con demasiada fuerza.