Muchas veces, cuando compramos productos frescos, intentamos que nos duren por más tiempo conservándolos en el refrigerador. Sin embargo, si no lo hacemos correctamente, estos se terminan desperdiciando.
Uno de estos alimentos es la lechuga, ya que está compuesta mayoritariamente por agua, por lo que es muy fácil que esta se marchite debido a la deshidratación o la acumulación excesiva de este elemento.
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Esta es la forma correcta de guardar la lechuga para que NO se marchite
Las personas que quieran almacenar las lechugas por más tiempo y sin que se marchiten, tiene que seguir las siguientes indicaciones detalladas a continuación:
- Lavar: Es muy importante limpiar cuidadosamente este alimento, eliminando todos los residuos de tierra, insectos o pesticidas. Es importante que no sea con agua caliente, ya que se marchitan.
- Secarla muy bien: La humedad es una de las principales razones por la que la lechuga se echa a perder. Partir secando en una centrifugadora para ensaladas para quitar todo el exceso de agua y/o secarla con papel de cocina. Deben quedar completamente secas.
- Envolver las hojas en un papel absorbente: En un recipiente, poner papel absorbente de cocina y las hojas secas, intercalándolas para ayudar a regular la humedad.
- Poner en un recipiente: En un pote que sea hermético, pero que tenga ventilación, puede de vidrio con tapa, guardar la lechuga, asegurándose que no quede completamente sellado para que se permita el flujo de aire, debido a que la falta de espacio puede dañar las hojas
- Refrigeración: Guardar la lechuga en el cajón de verduras, ya que mantiene una temperatura estable y humedad que son perfectas para conservarlos vegetales frescos. Este no debe estar sobrecargado, puesto que la falta de espacio puede dañar las hojas.