Las frutas desempeñan un rol importante en la alimentación balanceada y nutritiva e incluso, según un estudio publicado en la Revista Europea de la Nutrición, pueden ayudar a reducir el riesgo de padecer enfermedades tales como la hipertensión, la enfermedad coronaria y los accidentes cardiovasculares, entre otros.
Además, la investigación revela que incluirlos frecuentemente en la dieta está inversamente relacionado con las probabilidades de tener cáncer y, está directamente vinculado a la pérdida de peso.
Sin embargo, el consumo desacertado de estos alimentos podría provocar un efecto no deseado, especialmente en quienes padecen de patologías relacionadas con altos niveles de azúcares de la sangre o problemas de digestión.
¿En qué momentos se debe evitar comer frutas?
La nutricionista y consultora, Shikha Agarwal, explicó a Vogue que ingerir frutas por la mañana puede alterar drásticamente nuestro nivel de azúcar en sangre, por ello, aconseja, “para empezar el día de forma más equilibrada, considera la posibilidad de incorporar algunas grasas o proteínas antes de consumir fruta. Esto no solo ayuda a estabilizar el azúcar en sangre, sino que también garantiza que tus niveles de energía se mantendrán iguales durante toda la mañana”.
Sumado a lo anterior, la especialista recomienda no consumirlas después de abundantes comidas, ya que cumplidas las necesidades alimenticias y calóricas, la fructosa podría convertirse en reservas de grasa.
Además, la experta sostuvo que el mejor momento para ingerir estos alimentos es dos horas antes del atardecer, ya que, “se alinea con el ritmo natural del cuerpo, lo que favorece una mejor digestión y mejora la absorción de nutrientes durante nuestras horas de actividad. Comer la fruta adecuada a esta hora puede contribuir a llevar un estilo de vida más saludable y maximizar los beneficios en quienes la consumen”.