El Túnel Transatlántico, con una extensión propuesta de 5.470 kilómetros, busca hacer realidad un desafío que no tiene precedentes en la historia de las infraestructuras en el mundo.
El megaproyecto es una obra que busca conectar Estados Unidos y Europa y reducir el tiempo de viaje a apenas 54 minutos. El diseño de este combina innovaciones tecnológicas con medidas de seguridad avanzadas.
¿De qué se trata el megaproyecto que busca construir un túnel entre EE.UU. y Europa?
La propuesta de este megaproyecto tiene varias opciones de diseño. Primero un túnel completamente sumergido, el cual se ubicará bajo el lecho marino para mayor seguridad. En segundo lugar, es un túnel flotante que estará suspendido a 49 metros de profundidad mediante cables anclados al fondo del océano. Por último, un modelo híbrido que combina de segmentos submarinos y flotantes.
Esta innovadora obra tiene el objetivo de mantener los trenes alejados de la presión de las profundidades extremas y de las condiciones climáticas adversas en la superficie, ofreciendo una conexión rápida y segura. Además, este túnel reduciría significativamente el tiempo y costos del transporte marítimo, que actualmente puede tardar entre 20 y 45 días dependiendo de las condiciones.
El desafío transatlántico es la magnitud y su costo, el cual está estimado en 20.000 millones de euros, equivalente al PIB combinado de China, Japón y Alemania, plantea interrogantes sobre su viabilidad económica. Además, las medidas de seguridad necesarias para proteger esta infraestructura de terremotos, tormentas y otros riesgos serían fundamentales para garantizar su éxito a largo plazo.
