Con la llegada de marzo y la vuelta a la cotidianidad laboral y escolar, el tiempo para disfrutar de panoramas lejanos se achica. Por eso, encontrar sitios ideales en tu propia ciudad para desconectar por unas horas es una de las mejores ideas, incluso en la ciudad de Santiago.
En la capital abundan las opciones, especialmente para quienes quieren sentir que están en lugares mágicos. Uno de ellos es el barrio Vaticano Chico, en Providencia. Específicamente, está comprendido dentro del perímetro de las calles Condell al oriente, Seminario al poniente, Avenida Providencia al norte y Rancagua al sur.
Se conoce popularmente así, por la variedad de odónimos referidos al clero de la Iglesia católica en Chile en sus vías, como también por la presencia de la Iglesia de los Santos Ángeles Custodios en su ingreso por el poniente, además del Seminario de Santiago.
Monumental iglesia es uno de los atractivos más grandes de Vaticano Chico
Dentro de este panorama destaca la Iglesia de los Santos Ángeles Custodios, cuya historia comenzó en 1853, cuando el Arzobispo Rafael Valentín Valdivieso compró un terreno de la sucesión de Agustín Alcalde, Conde de Quinta Alegre. Allí se instaló el Seminario Pontificio Mayor, encargado al arquitecto español Manuel Calvo.
Tenía un amplio baño de natación y la primera cancha de fútbol que tuvo Santiago. También hubo una capilla, una laguna rodeada de árboles y una biblioteca para 30.000 ejemplares. En 1884, Monseñor Mariano Casanova ordenó construir el nuevo templo, de cara hacia Providencia, resultando así en un elegante lugar de estilo neorenacentista, de tres naves, dos torres y cúpula central, todo sobre planta con forma de cruz latina.



El lugar te traslada a Europa, con columnas, muros y piso imitando las vetas del mármol pulido. De hecho, su decoración goza de grandes detalles con vitrales de Münich fundidos en 1898 en la casa alemana Zettler, además de impactantes pinturas religiosas.
Según lo retratado y publicado en Instagram por la cuenta Arquitectura Antigua Chile, esta iglesia también tiene:
- La antigua capilla de 1857.
- Un fragmento de los restos del Santo Niño Mártir Julio Rústico Dulce, que fuera traído desde Roma hasta Santiago.
- Dos figuras de los Ángeles Adoradores, tallados en madera dorada a fuego.
- Dos grandes lámparas de bronce del Santísimo.
Otros atractivos del Vaticano Chico
Además de la impactante arquitectura religiosa que evoca a paisajes europeos, el Vaticano Chico también destaca por su proximidad al río Mapocho y al Cerro San Cristóbal, así como a parques varios que ayudan a una profunda desconexión temporal del estrés del día a día.
Los nombres de las calles recuerdan a importantes obispos y arzobispos de antaño. Paralelamente, tiene casas pintorescas y encantadoras en la calle María Luisa Santander, además delos edificios Empart, del que destacan impresionantes jardines.
Otras edificaciones similares están en la calle Obispo Donoso, edificios de cuatro pisos, con antejardines, ventanas y balcones que asoman al espacio público.