Uno de los hábitos más normalizados en la cultura occidental es tomar al menos una ducha al día. De hecho, hay quienes lo hacen por la mañana o por la noche; o incluso, luego de realizar alguna actividad física. Sin embargo, también están los que prefieren hacerlo varias veces dentro de un lapso de 24 horas y que han sido analizados por la psicología.
Según expertos, las duchas recurrentes en cortos períodos de tiempo pueden revelar aspectos diversos. De hecho, es posible que esto refleje problemas ligados a un trastorno obsesivo-compulsivo (TOC), advierten especialistas.
- Te podría interesar: Qué significa que una persona se muerda las uñas, según la psicología
![Bañarse todos los días era mal visto por nuestros ancestros. Créditos: Pexels.](https://www.encancha.cl/resizer/v2/3ZGSGC2XYBADNKPWARUW6QF664.jpg?auth=5ab91816e8051fafba22a7deee76ead4195909dc8803dd48ac011c7742986d7a&smart=true&width=930&height=1395&quality=70)
¿Qué dice la psicología de bañarse más de una vez por día?
El médico psiquiatra y presidente del Capítulo de Psicoterapias de la Asociación de Psiquiatras de Argentina (APSA), Sergio Grosman, indicó que bañarse diariamente es una norma cultural moderna. El experto recordó que no todo el tiempo esto fue de esa manera.
“Nos parece muy natural bañarnos diariamente, pero a nuestros ancestros les parecería una locura. Lo primero es correlacionarlo con la cultura que se desenvuelve la acción”, dijo en diálogo con el diario local El Tiempo.
Luego, sumó que “desde la psiquiatría, no como una cuestión habitual, sino en individuos que tienen ciertos tipos de problemas, aparece la compulsión por la limpieza. Son aquellas personas que se pueden lavar las manos hasta lastimarse, y también se pueden bañar múltiples veces bajo la idea de que tienen microbios que tienen que eliminar”.
“Estas ideas están sobrevaloradas, aparecen parasitariamente, es decir, surgen en la cabeza de la persona como algo casi ajeno a ellos, pero a la cual no le pueden restar valor. El pensamiento de que están contaminados les resulta repulsivo y los llevan a estos actos de limpieza tratando de higienizar lo que está limpio porque el asunto es la idea obsesiva, errónea, no la limpieza. Esto se encuadra dentro del trastorno obsesivo-compulsivo”, agregó.